El personaje de hoy es el general romano Quinto Sertorio.
Este general de la baja república, quedo eclipsado por otros
mas famosos como Cesar, Pompeyo o Sila, pero este hombre mantuvo en jaque a
roma durante casi una década haciendo de España una nación prácticamente
independiente, y solo la traición pudo con el.
Juventud
Quinto Sertorio nació en el 122 a.c. en la localidad de
Nursia, al norte de Roma, en la tierra de los sabinos.
Pertenecía a la orden ecuestre, era sobrino del famoso
general Cayo Mario, con el que siempre estuvo muy vinculado.
Desde joven se destaco por sus habilidades oratorias y
principalmente militares.
Su primera actuación fue en la batalla de Arausio en el 105
a.c. contra los cimbrios, de la cual sobrevivió, hecho de por si un logro, ya
que fue una de las mayores derrotas de Roma con 120.000 bajas.
En el 102 a.c. estuvo en Vercelae, al mando de su tío Mario,
donde los cimbrios fueron exterminados.
Tras el fin de las guerras Cimbrias, fue enviado a Hispania,
tierra donde está unido para siempre.
Bajo el mando de Titi Dido se desempeño en la toma de
Castulo, capital de los oretanos, en la actual Jaén.
Tras ello su prestigio militar fue aumentando, siendo
primero cuestor de la Galia Cisalpina y posteriormente legado durante la guerra
entre Roma y sus aliados italianos (Guerra social).
Primera Guerra Civil
En el año 88 a.c. se inicio la Primera Guerra Civil de la república romana.
Los hechos se derivaban entre la pugna entre Mario, héroe
militar y cabeza de los populares y Sila,
su lugarteniente durante mucho tiempo y favorito de los conservadores,
por conseguir el mando del ejército que se mandaría contra el reino del Ponto,
en Asia Menor.
El senado se lo concedió a Sila, pero Mario presiono (y
soborno) para conseguir el puesto.
Sila no lo iba a aceptar y partió con su ejército hacia
Roma. Mario huyo con gran parte de los populares. El puesto de Sila fue
confirmado y este partió al este.
Aquí es donde aparece Sertorio.
Este por supuesto estaba en el bando de Mario.
Cuando partió Sila se eligieron nuevos cónsules. Uno de
ellos era Cina, firme partidario de Mario y preparo su regreso.
Mario volvió y no lo hizo solo, si no con varias legiones,
una de ellas la de Sertorio (siendo una de las mejores).
Aquí se inicio una verdadera matanza por parte de Mario y
Cina contra todos los enemigos políticos de estos, principalmente conservadores.
Sertorio se opuso firmemente contra estas matanzas, incluso
hizo que sus tropas intervinieran en varias ocasiones, sin la oposición de Mario
(demostrando que su preeminencia entre los populares).
Al poco Mario murió dejando a Cina con todo el poder que
mantuvo durante 4 años.
Llegada y huida de Hispania
Sertorio mantuvo una posición independiente durante el
régimen de Cina. Finalmente en el 83 a.c. partió de nuevo a Hispania como
pretor.
Mientras tanto Sila volvió a Roma derrotó a Cina y llevo a
cabo una purga aun mayor que la de Mario, pero esta vez contra los populares.
Ya con Roma en su poder, Sila, no podía permitir que
Hispania estuviera bajo el control de un general de Mario, pero igualmente
Sertorio no reconocía el gobierno de Sila, por lo que se declaro en rebelión.
El ejercito silano partió a Hispania y aunque Sertorio había
planteado líneas de defensa en los Pirineos Orientales y en el Ebro estas
fueron forzadas, empujándole mas al sur hasta ser encerrado en Cartago Nova
(Cartagena).
Por suerte llego a un acuerdo con piratas cilicios y pudo
partir con algunos hombres a Mauritania (actual marruecos) donde había un
importante apoyo a la causa de Mario, en el 81 a.c.
Guerra sertoriana
En Mauritania, Sertorio pudo recuperar fuerzas y en
primavera del 80 a.c. volvió a Hispania con unos 3500 hombres.
Desembarco en Baelo Claudia, cerca de la actual Tarifa y
derroto al pretor romano.
Aquí inicio una política que iba a determinar toda su actuación
en Hispania, la alianza con las tribus
nativas con una conjunción de diplomacia y respeto hacia ellas.
A la sazón las tribus lusitanas seguían en guerra contra las
fuerzas romanas.
Sertorio desde su base en Cádiz, cruzo el Guadalquivir y
derroto a las fuerzas silanas que luchaban contra los lusitanos, causándoles
gran cantidad de bajas.
Los lusitanos en agradecimiento nombraron a Sertorio su
jefe, y a finales de año contralaba gran parte de la España Ulterior, con el
rico valle del Guadalquivir.
Roma vio que la cosa era seria, así que decidió mandar un ejército
de 40.000 hombres capitaneados por Quinto Cecilio Metelo.
Este ejército llego y recupero la Bética y contaba con que sería
una guerra rápida, pero ahora Sertorio se descubrió como un general de primera.
Dividió su pequeño ejército de 8.000 hombres, mandando la
mitad al mando de su segundo Lucio Hirtuleyo a la Hispania Citerior, donde
derroto a su gobernador cayendo toda la región en su poder.
Mientras el ataco el gran ejercito de Metelo, empujándolo y encerrándolo al sur del Guadiana.
En el 77 a.c. Sertorio era amo de la mayor parte de
Hispania, a excepción de la Bética, y traslado su base de operaciones al valle
del Ebro que a partir de ahora se convirtió en la base de su poder, con las
ciudades de Calagurris (Calahorra), Osca (Huesca) e Ilerda (Lerida), como
centros principales.
Hispania Independiente
En estos momentos Hispania era prácticamente independiente
de Roma.
Sertorio inicio a organizarla, a modos similares a Roma, creando
un senado, al que se unieron senadores exiliados.
También creó una Academia en Osca en la que inicio el entrenamiento
y educación de la juventud de la aristocracia nativa.
En esta época se unió a su bando Marco Perpenna con lo que
su ejército llego a los 60.000 hombres, siendo 2/3 de hispanos.
Esto no podría haberlo conseguido sin un apoyo entusiasta de
los nativos y los provincianos, a los que llevo a su causa con una mezcla de
respeto, justicia y reducción de impuestos.
Como ejemplo de su compromiso con los nativos hispanos se
muestra en el hecho de mantener a raya a los vascones, los cual eran enemigos
de los celtiberos, iberos y berones, sus principales aliados.
Pompeyo
Esta situación obligo al senado a mandar a Hispania en el 76
a.c. a su mejor general, Cneo Pompeyo.
Pompeyo fue uno de los favoritos de Sila y el general con más
prestigio de la república.
Llego con 35.000 hombres a través del Pirineo oriental y se
dirigió a Levante, zona aun bajo el poder de Roma pero asediada por Sertorio.
En dos batallas y contra todo pronóstico Pompeyo fue
derrotado en dos batallas en las que perdió 20.000 hombres y tuvo que
retirarse.
Esto ocurrió porque Pompeyo aunque buen general, siempre
conto con mucha suerte, mientras que Sertorio era uno de primera, muy superior
a el.
Pero mientras que Sertorio solo podía contar con los
recursos de Hispania, Pompeyo contaba con los infinitos recursos de Roma.
Pompeyo y Metelo se coordinaron y con nuevos refuerzos
atacaron a Sertorio en dos direcciones, Metelo desde el Guadiana y Pompeyo desde
Valencia uniéndose en la zona de la actual Segovia.
Además Pompeyo llego a una alianza con los vascones con lo
que se abrió un nuevo frente.
Para entonces Sertorio estaba confinado en el valle del
Ebro, pero aun así no estaba la situación definida.
La única forma de actuar era tomar las ciudades una por una,
las cuales luchaban enconadamente, aparte que con la reducción del territorio
se hizo mas fácil su defensa.
Además el traslado de la lucha al interior dificulto la
llegada de refuerzos y suministros a los romanos.
Pompeyo y Metelo descendieron desde el Duero y el Jalon y
sitiaron Calagurris, pero aquí estaba Sertorio personalmente y fueron
derrotados con grandes bajas.
Fin de Sertorio
Pero las situación, aunque avanzaban, era insostenible.
Sertorio era muy superior a Pompeyo, además Roma tenía otras
dificultades.
En el año 73 a.c. hubo una rebelión de gladiadores en la
ciudad de Capua liderados por Espartaco, y rápidamente se extendió por todo el
sur de Italia.
Mientras se había reanudado en el este la guerra en el Ponto
y en Armenia.
Era apremiante acabar con Sertorio, y como hicieron con
Viriato, lo mas fácil para los romanos en Hispania fue recurrir a la traición.
Se produjo una conspiración encabezada por Marco Perenna y
en el año 72 a.c., acabo con Sertorio en una cena que se llevo a cabo en Osca.
Sin Sertorio, la rebelión se acabo.
Los que le traicionaron se elevaron como sus herederos pero,
no eran tan capaces y fueron derrotados.
Igualmente la mayor parte de las ciudades que apoyaban la
causa se rindieron.
Cabe destacar el caso de Calagurris, la cual resistió hasta
el final, convirtiéndose en una nueva Numancia.
Con Sertorio, se fue uno de los generales más capaces de la
historia de Roma, no solo en el plano militar, siendo considerado uno de los mejores
tácticos de la historia, si no en el plano diplomático y humano, ya que supo
aunar a su lado a una serie de pueblos que durante mas de un siglo habían sido
hostiles a Roma, siendo él un general de la misma.
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