La ciudad que traigo hoy es una de mis favoritas, y una de
las más impresionantes.
Aunque su edad de gloria fue breve, fue extremadamente
gloriosa, tanto que estuvo a punto de hacer caer a la mismísima Roma.
Las ruinas de esta
ciudad aun se alzan en medio del desierto de Siria, y sus enormes columnas
siguen siendo un espectáculo digno de verse.
Desgraciadamente para ella ha quedado eclipsada por las
ruinas de la archiconocida Petra, pero yo personalmente prefiero a Palmira,
principalmente por esos atrayentes casos de un repentino ascenso a lo más alto
seguido por una caída hasta el fondo.
Pero hasta llegar a este punto Palmira había pasado muchos
siglos de historia.
Oasis en el desierto
La historia de Palmira se remonta a muchos siglos antes de
Cristo, pero durante este tiempo solo fue una pequeña población en medio del desierto
Sirio.
Sus primeras referencias la sitúan en la órbita de la ciudad
de Mari y posteriormente es nombrada en la Biblia con el nombre de Tadmor.
La importancia de Palmira inicio su ascenso durante el
Imperio Seleucida, del cual consiguió la independencia durante la decadencia de
este.
Con esta independencia Palmira acelero su proceso de
enriquecimiento ya que era uno de los puntos clave de la Ruta de la Seda.
La llegada de Roma
Cuando Roma se anexiono Siria, Palmira paso a la órbita de
Roma, y si bien la ciudad perteneció la mayor parte del tiempo en el Imperio
Romano, de hecho tenía tanta autonomía que era virtualmente independiente.
Siguió gobernada por un senado y por unos príncipes
elegidos, y como punto entre los imperios Romano y Persa continúo su enriquecimiento.
Pero el despegue ocurrió a principios del s.II
Esto ocurrió con dos hechos importantes:
- La anexión del reino Nabateo de Petra, inicio una decadencia de esta ciudad, la gran rival comercial de Palmira.
- En el año 107 el emperador Adriano, visito la ciudad a la que nombro ciudad libre, y esta cambio su nombre de Tadmor, por el de Palmira (Palmyra Hadriana).
Durante este siglo, Palmira inicio un imparable proceso de
construcción que la convirtió en la ciudad de leyenda que es.
La joya del desierto
A finales del s.II Palmira era una de las ciudades más esplendidas
del mundo, con palacios templos edificios públicos y columnatas.
En esos momentos la ciudad contaba 200.000 habitantes,
enorme para esa época y mas para una ciudad situada en medio del desierto.
La ciudad era mayoritariamente de estilo helenístico, pero
con una notable influencia árabe y oriental.
Igualmente la ciudad se
caracterizaba por las tonalidades marrones y anaranjadas de los monumentos
debido a la piedra de la región.
Muchos de estos monumentos aun se pueden admirar, y aunque
en ruinas, continúan siendo impresionantes.
- Templo de Bel: El principal templo de la ciudad. Se construyo en el año 32, y se amplió varias veces. Contaba con gran cantidad de columnas de estilo corintio además de influencias persas. El complejo del templo era de un tamo descomunal, con más de 200m de largo.
- Gran Columnata: Era en realidad la calle principal de Palmira. Una avenida de 1,2 km de longitud totalmente flanqueada por columnas. Como arteria principal, en ella se agolpaban, mercaderes, transportistas, funcionarios, mendigos… Tras las columnas se elevaban las lujosas residencias de las clases adineradas, así como edificios públicos. Destacan el ágora, mercado principal de la ciudad y el Palacio de la reina Zenobia.
- Arco monumental: Si no era suficiente con la columnata, la avenida principal contaba con un magnifico arco, que basado en los romanos, era diferente ya que era mucho más grácil y liviano.
- Teatro de Palmira: Anexo de la gran columnata se encuentra el teatro de Palmira. En un estado de conservación envidiable destaca el escenario que a diferencia de los teatros clásicos consta de un solo piso.
- Tetrapylon: Este monumento lo componen cuatro bloques de columnas, de allí su nombre. Marca la intersección de las dos calles principales de Palmira y es uno de los monumentos más famoso de la ciudad.
- Valle de las tumbas: La riqueza de esta ciudad se extendía mas allá de la vida y esto se puede apreciar en este valle a las afueras de la ciudad con sus magnificas tumbas, destacando las tumbas-torre.
Gran parte le la majestuosidad de Palmira fue sufragada por
generosas donaciones por parte de los ricos mercaderes de la ciudad, porque en
el fondo esto es lo que daba vida a Palmira, el comercio.
En Palmira convergían las rutas procedentes de China, India
y Arabia.
La ciudad no solo era un punto de intercambio de mercancías sino
también de almacenaje y distribución, por lo que además de los mercaderes, los
transportistas tenían mucho poder.
Esta era la maravillosa ciudad que dentro de poco iba a
dejar su huella en la historia.
La anarquía militar
Tras la muerte del emperador Alejandro Severo en el 235 se
inicio un periodo de anarquía en Roma que duro 50 años en la que se sucedieron 35
emperadores y muchos mas pretendientes.
Esta situación de anarquía en Roma animo a ataques por parte
de sus enemigos del exterior entre ellos los Sasanidas, herederos de los
Partos.
Palmira situada entre los Sasanidas y Roma sufrió de lleno
esta guerra.
Aunque siempre estuvo bajo la órbita de Roma, su autonomía fue
casi total. Decidió sopesar la situación y decidió que le convenía mas estar
bajo una Roma débil que en una Roma fuerte.
En esa época era príncipe de Palmira, Septimio Odenato.
En el año 260 el mismo emperador romano cayó en manos de los
sasánidas, Odenato intento liberarlo pacíficamente. Al fracasar unió sus ejércitos
a Roma.
Odenato fue nombrado comandante de las fuerzas romanas
orientales y gobernador de oriente, con lo que en pocos años limpio el
territorio Romano de persas.
El poder de Odenato crecía sin parar y daba la impresión de
tener intenciones de iniciar la creación de un imperio en Oriente, pero en el
año 267 fue asesinado junto a su hijo mayor dejando como regente de su hijo
menor Vaballato a su esposa Zenobia.
Zenobia
Si Odenato era un hombre ambicioso no tenía ni punto de comparación
con su esposa Zenobia, una mujer notable.
En el momento de la muerte de su esposo, los sasánidas lamian
sus heridas y roma seguía en la Anarquía, mientras Palmira controlaba la mayor
parte de Siria.
En el 269 Zenobia movió ficha, y aprovechando la existencia
en Egipto de un pretendiente al trono de Roma invadió esta rica tierra.
Tras esto se proclamo reina de Egipto y se volvió hacia el
norte y conquisto todo el sur y centro de la península de Anatolia y finalmente
cayeron Fenicia y Siria, con la gran ciudad de Antioquia.
Era el 270, todo ocurrió en un año.
Zenobia controlaba casi todo el Imperio Oriental como reina
acompañada por su pequeño hijo como rey. Palmira llegaba al pináculo de su
poder.
Pero estaban las cosas cambiando en Roma.
Una serie de emperadores procedentes de Iliria estaban
empezando a poner orden en el imperio y en el 270 llego al poder Aureliano.
Zenobia intento
llegar a un acuerdo con Aureliano ofreciendo la posibilidad de hacer a su hijo rey vasallo de Roma y que conservara
su recién conquistado imperio, pero Aureliano no acepto.
El en 272 empezó el ataque.
Anatolia cayó casi sin ofrecer resistencia y desde allí marcho
hacia Palmira. Esta opuso resistencia en Siria, el centro de su poder, pero en
tres batallas consecutivas fue derrotado y los romanos pusieron sitio a
Palmira.
Zenobia pidió ayuda a los sasánidas, pero el ejército que
enviaron fue derrotado por los romanos.
Tras cinco meses de asedio Palmira cayó.
El fin de Palmira
Tras la rendición a Palmira no le fue muy mal.
La ciudad fue respetada y Zenobia llevada a Roma para
desfilar junto Aureliano cargada con cadenas de oro (su hijo Vabalato no sobrevivió
al viaje a Roma).
Pasado el desfile, Aureliano le mostro sus respetos, cediéndole
la villa Tivoli, antiguo palacio de Adriano donde acabo casándose con un
gobernador romano, con el que tuvo varias hijas y acabo sus días como una
respetable matrona romana.
Pero el final de Palmira no fue tan dulce.
Su derrota anulo muchos de los privilegios que tenía
anteriormente y en el 273 sus habitantes se rebelaron, pero esta vez la ciudad
fue saqueada y arrasada por los romanos.
Nunca se recupero.
Paso de pequeña ciudad a pequeño pueblo hasta desaparecer
para siempre en el s.XI
En la actualidad
Las ruinas de la ciudad jamás se perdieron para la gente de
la región pero si para occidente.
Esto cambio a finales del s.XVII cuando unos comerciantes
ingleses de Alepo oyeron historias sobre una ciudad de columnas en el desierto
a la que fueron a investigar y desde entonces se empezó a conocer de nuevo a la
ciudad.
Pero las verdaderas excavaciones empezaron a principios del
s.XX y desde entonces no han parado
Si quieres conocer otras ciudades perdidas, no te pierdas la lista
Lista de ciudades perdidas
Qué decir, me encanta tu blog, hay un montón de cosas que no puedes encontrar buscando por ahí, como los estados desaparecidos, que además están escritos de forma breve, pero que contiene lo suficiente como para entenderlo todo :)
ResponderEliminarComo aficionado a la historia, te felicito por tu blog !
Muchas gracias, me alegro que te gusten y te animo a que si hay algo que te interese o te gusta de los post, no dejes de comentarlo. Un saludo
EliminarHola,
ResponderEliminarle he echado el ojo a algunas de tus entradas sobre ciudades perdidas y todas me han encantado. Es genial imaginar cómo serían estos lugares, de los que hoy sabemos tan poco, en su esplendor.
Estaría mejor si agregaras las fuentes que utilizas para escribir tus artículos. Fuera de eso, tu blog es excelente para comenzar a acercarse al tema.
Felicidades y saludos.
Me ha encantao saber de una de las joyas d la antigüedad, bien documentado y con informacion desconocida para mi, enhorabuena
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